Traductions espagnoles

(Dossier établi par Setty Alaoui Moretti - Université Stendhal Grenoble 3)

J. Barcala, Ensayos ante una traducción " Ensueño " de Emilio Zola, Madrid, s.a [1958]

El invierno de 1860 fué sumamente crudo. El río "Oise" se heló y grandes nieves cubrieron las llanuras de la Baja Picardía. El día de Nochebuena, una borrasca se presentó por el Nordeste, y casi sepultó el pueblo de Beaumont. Fué lo más duro de la invernada.
La nieve estuvo cayendo desde el amanecer ; aumentó por la tarde ; se fué amontonando durante la noche.
En la parte alta de la población, en la calle de los Orfebres, al final de la cual se encuentra como empotrada la fachada Norte de la nave de crucerao de la Catedral, la ventisca se hundía e iba a chocar contra la puerta Santa Inés, la antigua portada románica, ya casi gótica, muy adornada de esculturas, en medio de la desnudez del paramento. Al día siguiente, por el alba, había en aquel sitio cerca de tres pies de nieve.
La calle dormía todavía, llena de pereza por la fiesta de la víspera. Dieron las seis.
En las tinieblas, que la lenta y pertinaz caída de los copos aclaraba, solamente vivía una forma imprecisa : una niña de nueve años, que refugiada bajo las arcadas de la puerta, había pasado tiritando allí...

[fin de la première page du roman]

Emilio Zola, El Sueño. Los Rougon-Macquart : historia natural y social de una familia bajo el Segundo Imperio, traducción de Mariano García Sanz, Barcelona, Lorenzana, 1965, 225 p., 3 h, 18 cm. 2a edición, 1969.

Durante el crudo invierno de 1860, el Oise se heló y grandes nevadas cayeron sobre las planicies de la baja Picardie, pero, sobre todo, hubo una borrasca del Nordeste que el día de Navidad dejó casi sepultado Beaumont. La nieve que empezó a caer por la mañana, por la tarde se hizo más densa, para seguir amontonándose a lo largo de toda la noche. En la parte alta de la ciudad, en la calle Orfèvres, al final de la cual se halla enclavada la fachada Norte del crucero de la catedral, los copos empujados por el viento se arremolinaban, abatiéndose contra la puerta de Santa Inés, antiguo pórtico románico convertido casi al estilo gótico, adornado con numerosas esculturas, bajo la desnudez del frontispicio. Al día siguiente al amanecer había allí cerca de tres pies de nieve.
La calle aún dormía, apoltronada por la festividad de la víspera. Dieron las seis. En las tinieblas, que prestaban un tono azulado a la lenta y obstinada caída de los copos, sólo una indecisa forma vivía, una niña de nueve años que refugiada bajo las arcadas de la puerta había pasado la noche tiritando, abrigándose lo mejor posible.
Iba cubierta de harapos, con la cabeza envuelta en un trozo de pañuelo y los desnudos pies metidos en unos zapatones masculinos. Sin duda había llegado allí tras recorrer largo tiempo la ciudad, pues cayó en aquel lugar extenuada. Era para ella el fin del mundo, sin nadie ni nada, sintiendo sólo el acoso del hambre y un frío mortal.

[fin de la première page du roman]

Emilio Zola, El Sueño, presentación, traducción, apéndice y notas de Manuel Pedraza Laborda, ilustraciones Carlos Schwabe, Madrid, Anaya, 1998, 269 p., 20 cm, Colección : Tus libros

Traduction à partir de l’original français publié dans La Revue Illustrée du 1 au 15 octobre 1888 et édité par G. Charpentier en octobre 1888. Les illustrations de C. Schwabe furent réalisées pour l’édition chez Marpon et Flammarion en 1892.

Durante el duro invierno de 1860, el Oise se heló, las llanuras de la baja Picardía1 quedaron cubiertas por grandes nevadas y, sobre todo, llegó una borrasca del Nordeste que casi sepultó la ciudad de Beaumont2 el día de Navidad. La nieve, que había empezado a caer por la mañana, arreció por la tarde y se fue acumulando durante toda la noche. Empujada por el viento, se precipitaba en la parte alta de la ciudad, en la calle de los Orfebres, en cuyo extremo se encuentra como encajada la fachada norte del crucero3 de la catedral, y golpeaba la puerta de santa Inés, la antigua portada románica ya casi gótica, decorada con numerosas esculturas, bajo la desnudez del hastial4. Al día siguiente, al alba, casi alcanzaba en ese lugar una altura de tres pies5.
La calle aún dormía, emperezada por la fiesta de la víspera. Dieron las seis. En las tinieblas, azuladas por la caída lenta e insistente de los copos, sólo daba señales de vida una forma indecisa, una niña de nueve años que, refugiada bajo las arquivoltas6 de la portada, había pasado allí la noche tiritando y resguardándose lo mejor que pudo.
Iba cubierta de andrajos y tenía la cabeza envuelta en un jirón de pañuelo, y los pies, desnudos dentro de unos gran-

[fin de la première page du roman]

 

1 - El Oise es un afluente del Sena que nace en Bélgica. La Picardía es una región del norte de Francia cuya capital es Amiens.

2 - Actualmente existen en Francia varias poblaciones con ese nombre, una de ellas, Beaumont-sur-Oise, en el departamento de Val d’Oise, que corresponde al lugar de la acción de El sueño. Sin embargo, la topografía descrita en la novela es totalmente imaginaria.

3 - El crucero es el espacio en que se cruzan, en un templo, dos naves perpendiculares, de esas dos naves que se cruzan, la menor o transversal.

4 - En las iglesias, se llama hastial a cada una de las tres fachadas correspondientes al crucero o transepto. Para describir la portada de la iglesia de Beaumont, Zola tomó como modelos la de la iglesia abacial de Vézelay y la catedral de Notre-Dame de París.

5 - Antigua medida de longitud que en Francia equivalía a 0,324 metros.

6 - Conjunto de arcos que forman portada.